Me refugio en ti bajo tu sombra
para saciar mi alma peregrina
errante de la vida y de pesares
¡Me refugio a la sombra de mi olivo!
En tu manto de hojas laceradas
observo tus brillantes aceitunas
mis ojos se ahogan en mis lágrimas
más negras se tornan mis pupilas
Me acerco a ti para compartir
nuestros dolores, ¡juntos tu y yo…!
árbol que tanto admiro…
abrazo tu cuerpo robusto y me cobijo
ahogar quiero contigo tantas penas
Pocos quedan en mi mundo
peregrino que me quieran,
con la fuerza que ellos me quisieron,
ante ti abro el libro de mi vida.
Leemos las páginas borradas por
tantas lágrimas en ellas derramadas
corazón de amor y sentimientos
hoy tiene una dolencia ¡melancolía!
compañía de mis noches,
abrigo que me cubre día a día
Tengo mis huesos hechos a las penas
dolor del alma suele ser mi compañía
refugiada en ti hayo consuelo,
¡consuelo a mi dolor por las ausencias!
¡Me refugio a la sombra de mi olivo!
me abrazo con firmeza y te confieso
que no lloro por mi vida, que es dichosa,
que si un universo de silencio me acompaña
es porque con ellos no fue tan generosa.
Tu mi amado OLIVO en el recuerdo
que ahora eres grata realidad, palpando
la textura de tu cuerpo lloro a tu lado
Y te abrazo, ¡con total complicidad!
SENDA