EL DIVÁN
***
Anhelado refugio llegada la huida
para peinar las canas…
-gavillas sin matices dorados-
Fruto del tiempo, del dolor que ha ido
mezclándose con las débiles sensaciones
de un día mercenario
y una nueva cicatriz sin ser curada.
Bienvenido café, bienvenido silencio,
ya van pasando los años como arma lenta
de un invierno interminable.
Has contado primaveras, ahora,
el negro asfalto...
no siente tus latidos recorriendo las calles.
Simulas ser faro que
cruza sin ser visto,
poco a poco, asumido el pozo
donde caen los días sin…
los ojos abiertos infantiles
que han calentado vida, con trazo cándido.
Con la transparencia de quienes despiertan,
como marionetas extraviadas
hasta conducir sus hilos,
acariciar su ala, escasa de reflejos…
aprendiendo a volar..
¡Hoy os añoro!
©Carmen Sánchez Cintas
Barcelona/abril/2015
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