MI AMADO RUISEÑOR
Restaurada la historia
de encuentros y despedidas
brota la voz versátil
¡Realidad ya me acompañas!
¡Ayer no escuché tu canto!
No amaina mi resaca
Me rehuye el día
y mi codicia de párvulo aumenta
cuando quedó en silencio
la solemnidad de mi desnudo
¡Ayer no escuché tu canto!
Trencé con hebras de esparto
mi fanal de fe
luchando contra mí
como desahucio humano
y hambre, hambre de tenerte
¡Ayer no escuché tu canto!
Mi amado ruiseñor
¡Música en mi mundo!, subiendo
lentamente el tono
¡Qué dicha ha sido tenerte!
vociferando las líneas
¡Ayer no escuché tu canto!
Abrí la jaula aturdida
detrás quedó mi pasión
-con igual vehemencia-
y entre rejas, mi labio sellado
desviviéndose por tanta desnudez
¡Ayer no escuché tu canto!
©Carmen Sánchez-Cintas
Agosto/2014
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