NI MÉTRICA, NI MELODÍA
¿Es que soy sueño?
Que mi despertar reclama
no ver la sombría maleza
que en mi alma no cabe
¡sueño!, ¡quimeras!
que en mi río no encuentran
albergue y mi góndola naufraga
hasta el fondo del mar
como tantos cadáveres
¿Es que soy sueño?
Que con dulces fragancias
de un jardín en flor
y mi frente surcada
y mi cana cabeza
¡no encuentra su senda!
porque la tierra que pisa
la enciende con fuego el hombre
con pirotecnias rojas y dolores
¿Es que soy sueño?
Pues mis ojos perdidos en horizonte
se funden en un beso de frío glacial,
por pena, por llanto
de ver vida ¡conflictos!
de un mundo donde no hay paces
ni descansos
tan solo racimos asaltados de avispas
que crean un diluvio de quebranto
¿Es que soy sueño?
Me duelen, me sangran…
ver cabezas que se cubren
de peligros y caen en ramas
de árboles poderosos
que cantan su ira y llenan
de espanto, los ceños y miradas
de las victimas de sus cataclismos
¡por sus ansias de poder!
¿Es que soy sueño?
Por dolerme tanto y tanto
la guerra y el poder
la inmovilidad del monte
que no defiende a sus hermanos
¡Yo levanto mis cometas!
para clamar a la tierra
de mi sueño tan mal acompañado
aunque despierte risas y estribillos
¿Es que soy sueño?
Si lo soy, ¡sueño! y reclamo
ver todo florecido
campos de almendros blancos
donde el arrullo del mundo
sea de amores cauces
no de muerte, ni barrancos
y mi cara de surco articulado
sembrará de risa los solsticios
ahuyentando el llanto
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