A LA SOMBRA DE UN CIPRÉS
QUE PLANTASTE CON TUS MANOS
PASABAS TUS LARGAS HORAS
DE PEREGRINO CANSADO.
COMO UNA HAZAÑA ADMIRABAS
TÚ, CAMINANTE CANSADO
QUE HAS RECORRIDO VEREDAS
DE UN CAMINO ACCIDENTADO.
CON DOS SILLONES DE MIMBRE
RESCATADOS DEL SALÓN,
A TU CIPRÉS CONFESABAS
SUEÑOS DE NOCHES OSCURAS,
PESADILLAS, DESAZÓN...
PORQUE LA AUSENCIA DE ESTRELLAS
QUE ILUMINARON ANTAÑO,
NO APARECÍAN EN EL CIELO
DEL CORAZÓN DE ERMITAÑO.
AL LADO UNA MESA FRÍA
DE MÁRMOL BLANCO MANCHADO
Y UN PAQUETE DE TABACO,
FUE TU TRISTE COMPAÑÍA.
CON UN CIGARRO ENCENDIDO
Y UNA COPA EN LA OTRA MANO,
A LA SOMBRA DEL CIPRÉS
QUE FUE TU QUERIDO HERMANO.
EN LA NOCHE TENEBROSA,
SOLEDAD POR COMPAÑÍA
DOLOR DEL ALMA Y DEL CUERPO,
ACOMPAÑÓ TU AGONÍA.
SOLEDAD DE TUS PESARES
EN LA PRESENCIA MORTAL,
FUE TESTIGO DE TUS MALES
CUANDO CRUZASTE EL UMBRAL,
EL UMBRAL DE LOS MORTALES.
EN AQUELLA NOCHE OSCURA
TÚ, PEREGRINO CANSADO
TE ALEJABAS LENTAMENTE
DE AQUEL TU QUERIDO HERMANO.
FUE UNA NOCHE SILENCIOSA
LA QUE TE ALEJÓ DE ÉL
TE FUISTE SIN DESPEDIRTE,
¡ PORQUÉ ESTÁ TRISTE EL CIPRÉS!
CUANDO SE MECEN SUS RAMAS
CON UN LEVE MOVIMIENTO,
AL COMPÁS QUE MARCA EL VIENTO
¡ LLORA EL QUERIDO CIPRÉS!...
AL PEREGRINO CANSADO
QUE AQUEL FATÍDICO DÍA,
DE AQUELLA NOCHE OTOÑAL,
LE DEJÓ POR COMPAÑÍA
UN SILENCIO SEPULCRAL.
SENDA
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